Una mujer se querella contra La Caixa y su hermano, por permitir que sus padres de 93 años formalizaran un préstamo de 90.000 euros. Posteriormente, cuando la hija ha intentado refinanciar el crédito para salvar la casa, le dicen que es demasiado mayor.
Una idea: Saquemos el dinero de los bancos, pero no de golpe, que eso generaría muchos más problemas. Hagámoslo poco a poco, a ver cuánto tardan en ponerse las pilas y empezar a tratar a sus clientes como personas.
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