La reforma francesa de las pensiones es un grano que le ha salido en el culo a Sarkozy, aunque él insiste en seguir adelante.
Allí en Francia se toman en serio los logros sociales y protestan contundentemente cuando se ven amenazados. Aquí hacemos una huelga general y no va ni el Tato.
Y después de todo, parece que protestar sí que sirve para algo.
aqui es que no somos tan imbeciles como para ir a una huelga con los sindicatos del gobierno el ministro de trabajo y por eso no vamos.
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