Al gobierno Chino le molesta que se le haya concedido el Nobel de la Paz a un disidente condenado en sus cárceles por decir lo que piensa.
La respuesta de los medios de comunicación chinos ha sido que occidente tiene miedo del auge chino y se dedica a entregar premios a disidentes para minar su poderío. Resumiendo: No es paranoia si estás como una cabra.
No contentos con esto, deciden aplicarle un arresto domiciliario a la mujer del premiado, a saber con que cargos. Por suerte, la censura china no impide que la propia arrestada avise en su cuenta de Twitter de su situación. Su twitter es @liuxia64, para los que dominen el idioma.
Y España se suma a las peticiones de liberación de Liu Xiaobo. Más vale tarde que nunca.
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