Juan Cotino, el todopoderoso presidente de las Cortes Valencianas, quiere sentar en el banquillo al policía que investigó su vinculación con la Gürtel por la visita del Papa a Valencia.
Cotino es el mismo que nos advertía de que el odio extremo a los políticos puede llevar a la locura de apretar el gatillo. Es triste que olvide que ese odio extremo suele generarse ante el escandaloso comportamiento de él y de algunos de sus compañeros.
Y digo algunos porque políticos honrados los hay. Es bueno recordarlo en periodo electoral.
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