Multan con 6.000 euros a un club de fútbol por un botellazo de un espectador a un portero. Eso sí, si sucede de nuevo, será clausurado el campo.
A los clubes parece que no les preocupe mucho el tener como fuente de ingresos los pases de descerebrados violentos. Igual es que piensan que así hacen una función social dejando que se desahoguen el fin de semana y evitando que sacudan a sus cónyuges.
Pero esto no deja de ser como los toros: No podemos permitir violencia real en los espectáculos. Es malo para la sociedad.
Así que la próxima vez, mátenlo, a ver si así se cierra el estadio y los psicópatas forofos se quedan sin su partido de la semana.
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