Hace ya unos días que se produjo un hecho increíble en Twitter:
¡Un famoso dijo una chorrada! ¡La comunidad
tuitera no se tiene en pie ante semejante acontecimiento!
No me refiero a las últimas perlas de @AlejandroSanz contra los
internautas piratas violadores de niños africanos con Sida, no, que esas las dice en serio, el tío.
Nacho Vigalondo, director de cine,
locuelo y desde mi punto de vista uno de los tipos con la cabeza mejor amueblada de nuestro panorama cinematográfico, publicó un Twitter en el que se cachondeaba de los negacionistas, impersonando a uno. Por desgracia, de los 50.000 seguidores que tiene, hay
20 ó 30 que son gilipollas y no sabían a quién estaban siguiendo en Twitter.
El mismo
Vigalondo lo ha explicado ya en su blog, tras comprobar como
los medios de comunicación impresos están sacando las cosas de contexto para de paso dañar a la competencia y gastando tinta en algo que no merecía más que unas risas.
Cuando se pretenden trazar líneas sobre lo que se puede hacer humor o no, se está perdiendo de vista que se está haciendo humor, no apología.
¿Podemos hacer chistes sobre la Corona? ¿Y sobre el papa? ¿Y sobre las torres gemelas? ¿Y sobre los borrachos endiosados fascistas que niegan el holocausto?
Por todos los dioses, sí. Podemos y debemos.