A veces un político se aferra a su puesto y se niega a dimitir a pesar de que todos sus compañeros lo animan a ello. Cuando esto sucede, uno se pregunta cuál de los dos motivos más evidentes hay detrás de esa negación: O bien se considera un tipo honrado que está siendo utilizado de cabeza de turco, o por el contrario sabe mucho más de lo que aparenta y de la honradez sólo le queda el recuerdo.
Adivinen... ¿Cuál de los dos casos suele amenazar con tirar de la manta?
En estas cosas pasa como en los asesinatos. Cuando llega la cámara de TV a preguntar a los vecinos todos dicen que era muy buena persona y tal. !Menos mal¡
ResponderEliminarBueno, parece que al final Costa ya ha caído... a ver si ahora hay suerte y tira de la manta, porque hay mucho que limpiar en Valencia.
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