Los héroes de verdad, los que se sacrifican por el prójimo incondicionalmente, son anónimos. Pero siempre hay excepciones a la regla. Bradley Manning es una excepción y Edward Snowden es otra. El primero expuso las vergüenzas del ejército norteamericano y su guerra sucia gracias a la ayuda de Wikileaks. El segundo ha expuesto las vergüenzas de la NSA norteamericana y de todas las grandes compañías de Internet y telefonía. Desde Google a Facebook, pasando por Apple, Microsoft, Yahoo y Skype, todas esas compañías han permitido que los espías de la NSA recopilaran información sobre las comunicaciones de cualquier persona que utiliza sus servicios. Y nadie ha dicho que no sigan haciéndolo ahora que ha salido todo a la luz, porque dicen que no necesitan una orden judicial, porque ellos lo valen.
Dicen que no han grabado las llamadas ni los contenidos de los mensajes, pero almacenan datos como el emisor, el receptor, la duración de la llamada, el número de mensajes enviados, etc. Si creen que recopilar ese tipo de información no es importante, echen un vistazo a este artículo de Rinzewind. Por cierto, una transcripción a texto de una conversación también sería una forma de "no grabar las llamadas".
Porque todo vale contra el terrorismo. Incluso más terrorismo.
Actualización: Obama justificando lo injustificable, y Benjamin Franklin (al que no se puede acusar de antiamericano) recordándole lo que son los U.S. of A.
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