Cualquiera que suscriba las palabras de Einstein debería estar contento de que no se aprobara finalmente la Ley Sinde. Es tan sencillo de explicar que no entiendo como mucha gente sigue pensando que los que nos oponemos al cierre de webs sin juicio previo estamos a favor del "todo gratis".
Lo que esa ley hubiera permitido es, entre otras cosas, cerrar una web que se lucra indirectamente de la publicación de enlaces a contenidos protegidos con copyright. Siguiendo ese argumento, la web de Google debería cerrarse, pues se lucra con publicidad y permite buscar directamente enlaces a archivos de ese tipo.
Aparte de ese pequeño detalle, resulta que si cierran una web en España, esa misma web se puede alojar en otro país en cuestión de horas. Los creadores ya pensaron en ello y por eso incluyen la posibilidad de que nuestros proveedores de Internet bloqueen el acceso, pero eso es absurdo en el momento en el que se dispone de herramientas como anonymizer, que te permiten navegar ocultando tus datos. Y si eso no funcionara, de seguro aparecerían alternativas.
A la industria cultural no le ha gustado que se tumbe la Ley Sinde. A Alejandro Sanz le ha molestado desde Miami que no se respeten sus derechos. A mi me molesta que no pague sus impuestos en su país. Fernando Savater directamente nos llama imbéciles.
El proceso de creación de la Ley Sinde lo podemos ver resumido en esta estupenda entrada de David Bravo. Señores creadores (entre los que yo mismo me incluyo), si quieren proteger los derechos de autor me parece muy bien, es justo y aceptable. Pero háganlo bien.
Y una última reflexión: Cuando una película española está subvencionada al 80% o al 90% por todos los españoles, realmente uno se plantea quién tiene los santos cojones de decir que la propiedad intelectual de la obra es suya. Más aún teniendo en cuenta que los internautas lo que menos descargan es cine español.
Actualización: Contra la desinformación de los "creadores".
Si es que no se puede decir más claro. De acuerdo con todo.
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