La congregación religiosa del clérigo pedófilo dice que si se demuestra que ha habido delito lo expulsarán. 400 horas de vídeos grabados por él mismo no deben ser suficientes.
No estamos hablando aquí de presunción de inocencia, puesto que él ya ha confesado que lo hacía por tener carencias afectivas. Está claro que su dios no le daba suficiente amor.
La capacidad de perdón de la Iglesia no tiene límites. Su empatía con las víctimas parece nula, por otro lado.
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