lunes, 16 de diciembre de 2013

La pregunta que no pudo ser una

La pregunta que no pudo ser una
Contestar con una doble negativa a las dos preguntas de la consulta sobre la independencia de Catalunya constituirá voto nulo. Se impide así a los más cerriles poder contestar también que no se quiere la independencia sin echar el voto a perder.

A lo mejor soy yo, que como no quiero la independencia tengo el cerebro lavado por los madrileños, pero si alguien contesta con una doble negativa, se debería contabilizar como que no se quiere ni estado ni independencia, ¿no?

De la misma forma, si alguien vota que quiere estado, pero no contesta a la segunda pregunta, se debería contar como que al menos quiere el estado. Por sentido común, encadenar las preguntas es un error, sea malintencionado o no.

Pero lo más importante es esto: Si la consulta no es oficial ni vinculante, ¿cómo van a convencer a los que no quieren la independencia de que se levanten del sofá para ir a votar que quieren algo que ya tienen?

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