Salvo que el mundo se haya vuelto loco,
esta tarde el Tribunal Constitucional votará que el matrimonio homosexual se ajusta a nuestra carta magna. El PP no quería que se llamara matrimonio para evitar que las parejas homosexuales pudieran adoptar con igualdad de derechos, a pesar de que cualquier soltero puede adoptar porque en este país todavía no es obligatorio salir del armario.
Siete años para votar una perogrullada. Ni que hubiera algún político o millonario implicado en el asunto.
Imaginen que el Gobierno aprueba una ley para esclavizar a los parados. ¿Habría que esperar siete años a que el TC decidiera que era ilegal? Justicia lenta no es justicia.
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