Podría llamarlo Mamoncín, pero igual me demanda y me cierran el blog, así que lo llamaré José Ramón Julio Martínez Márquez. El caso es que este sujeto ha conseguido, via abogados, que cierren el portal de videos de El Jueves en YouTube, en el que se podían ver perlas como esta.
A este artículo del abogado David Bravo se suman las críticas de otros bitacoreros del mundillo: Mi Mesa Cojea, Runtime-Error Comics, etc., demostrándo una vez más que cuando uno quiere censurar en Internet, consigue justamente lo contrario: Publicidad.
Ahora todo el mundo sabe que a Ramoncín lo ridiculizaban en YouTube. Igual es lo que él quería: Que hablen de mí, aunque sea mal.
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