El director James Cameron toca fondo en solitario en la fosa de las marianas. A su destreza a la hora de crear obras inolvidables se unen ahora unas pelotas de acero industrial.
Una de mis sueños imposibles que reservo para cuando sea millonario es meterme en un ataud metálico con ventanas y sumergirme a 11 kilómetros de profundidad. Una pena que esté difícil lo de hacerse millonario.
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